Saber cuando parar.

"Hay que saber elegir" me dijeron por ahí. 
Muchas veces, como buen ser humano, me equivoqué. 
Sinceramente no sé que pensaba, o por donde viajaba, pero más de una vez, elegí a quien menos necesitaba.
Quizás por falta de cariño o atención, agarraba los primeros brazos que se me cruzaban. Pero hoy, después de todo, entiendo que esos brazos no eran los que necesitaba.
Porque sinceramente, no se puede seleccionar así como si nada. 
Uno no puede saber que esa persona es la que necesita si todavía no le demostró nada, si nunca lo supo consolar o hacer reír cuando estaba mal.
No podes saber que esa persona te va a bancar si todavía no le contaste lo que sos, lo que sentís y lo que guardas. Quizás, después de eso, estés leyendo lo que acabo de publicar, porque esa persona que dijo que iba a estar, ahora mismo, ya no está.
Porque muchas personas hablan por hablar, te prometen tantas cosas que después no les da la vida para cumplir (mientras tanto vos, terminas roto y mal parado).
Hay que saber cuando parar. 
Cuando frenar todo eso, que tristemente, no te lleva a ningún lado más que la decepción de alguien que creías especial.
Tenes que buscar lo que te haga bien, lo que te haga vibrar. Quizás hay otra alma con la que puedas conectar (charlar de muchas cosas y despejar cada vez más). Elegir a alguien por lo que es y lo que demuestra, sobre todo, elegir a esa persona por lo que sos cuando estás con ella. 
Si te abraza cuando lo necesitas, si te hace sentir y te demuestra por demás lo mucho que le importas, haceme caso, jugatela.
Si no sabe como consolarte cuando estás mal (pero de todos modos, se queda y lo intenta igual), jugatela.
Elegí a una persona que te haga compañia, y ante todo, que te haga sentir segura todos los días.
Muchas veces te complicaste todo elegiendo a una persona que no lo merecía, que no valoraba y que en todo se cagaba.
Entonces arriesgar por alguien que te complementa cada vez más, 
créeme de verdad,
por esa persona vale la pena complicarse la vida hasta el final.
La suerte de encontrarte alguna vez.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Yo no calce tu bota, compañero- Juan Carlos Distéfano.

Domingo 🍃

El mate-Lalo Mir