Entradas

Mostrando las entradas de octubre, 2017

Mamá 👪

Imagen
De tu panza al mundo🌎, de tu cuerpo a la vida✨ gracias MAMÁ por ser la persona que me enseñó a caminar, a vivir, a SER💖 lo que soy, mis pasos, mis locuras, sos vos,  feliz día a mi compañera 👭 TE AMO CON  MIS BRAZOS, PIERNAS, OJOS, BOCA, PIEL Y ALMA 💗💗

La chica del bañador verde (última parte)

Me gustaría poder decirte que tienes una preciosa sonrisa, y que es una pena que estés tan ocupada en ocultarte que no te quede tiempo para sonreír más. Me gustaría poder decirte que ese cuerpo del que pareces avergonzarte es bello sólo por ser joven. ¡Qué coño! Es bello sólo por estar vivo. Por ser envoltorio y transporte de quien en realidad eres y poder acompañarte en cuanto haces. Me encantaría decirte que ojalá te vieras con los ojos de una mujer de treinta y pico porque quizás entonces te darías cuenta de lo mucho que mereces ser querida, incluso por ti misma. Me gustaría poder decirte que la persona que algún día te quiera de verdad no amará a la persona que eres a pesar de tu cuerpo, sino que adorará tu cuerpo: cada curva, cada hoyito, cada línea, cada lunar. Adorará el mapa, único y precioso, que dibuja tu cuerpo y, si no lo hace, si no te ama así, entonces no merece que le ames. Me gustaría poder decirte que -créeme, créeme, créeme- eres perfecta como eres: sublime en tu 

La chica del bañador verde (parte 3)

Te vi agobiada por no poder taparlo todo a la vez mientras te ibas alejando del grupo tan disimuladamente como antes lo hiciste para quitarte la camiseta. No sé si tenía algo que ver, en tu descontento contigo misma, que la amiga a quien tú esperabas se soltaba su larguísima melena sobre una espalda a la que sólo le faltaban unas alas de Victoria’s Secret. Y mientras tanto tú ahí, mirando al suelo. Buscando un escondite en ti misma, de ti misma. Y me gustaría poder decirte tantas cosas, querida chica del bañador verde... Puede que porque yo, antes de ser la mujer que viene con los niños, he estado ahí, en tu toalla. Me gustaría poder decirte que, en realidad, he estado en tu toalla y en la de tu amiga. He sido tú y he sido ella. Y ahora no soy ninguna de las dos —o acaso soy ambas aún- así que, si pudiera dar marcha atrás, elegiría simplemente disfrutar en lugar de preocuparme -o vanagloriarme- por cosas como en cuál de las dos toallas, la suya o la tuya, prefiero estar. Quisiera po

La chica del bañador verde (parte 2)

Te he visto ser la última en quitarte la ropa. Te he visto ponerte detrás de todo el grupo, disimuladamente, y quitarte la camiseta cuando creías que nadie te miraba. Pero yo te vi. No te miraba, pero te vi. Te he visto sentarte en la toalla en una cuidada postura, tapando tu vientre con los brazos. Te he visto meterte el pelo tras la oreja agachando la cabeza para alcanzarla, quizá por no mover los brazos de tu estudiadísima posición casual. Te he visto ponerte en pie para ir a bañarte y tragar saliva nerviosa por tener que esperar así, de pie, expuesta, a tu amiga, y usar una vez más tus brazos como pareo para taparte: tus estrías, tu flacidez, tu celulitis.